EL VALOR DE NUESTRA MANERA DE SER PARA EL CORAZON DE DIOS. (3a)
4 Jesucristo siempre obedeció a nuestro Padre Dios, y se dispuso a morir, para que Dios perdonara nuestros pecados y nos librara de este mundo malvado. 5 ¡Que todos lo alaben por siempre! Amén.
TLA Gl 1:4–5.
21 Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo. TLA 2 Co 5:21.
13 Pero Cristo prefirió recibir por nosotros la maldición que cae sobre el que no obedece la ley. De ese modo nos salvó. Porque la Biblia dice: «Dios maldecirá a cualquiera que muera colgado de un madero.»
TLA Gl 3:13.
18 Porque Dios los libró de ese modo de vida, que es poco provechoso, y que ustedes aprendieron de sus antepasados. Y bien saben ustedes que, para liberarlos, Dios no pagó con oro y plata, que son cosas que no duran; TLA 1 P 1:18.
19 al contrario, pagó con la sangre preciosa de Cristo. Cuando Cristo murió en la cruz, fue ofrecido como sacrificio, como un cordero sin ningún defecto. TLA1 P 1:19.
28 Yo, el Hijo del hombre, lo hago así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. Vine para dar mi vida por la salvación de muchos.»
TLA Mt 20:28.
20 Por medio de Cristo, Dios hizo que todo el universo volviera a estar en paz con él. Y esto lo hizo posible por medio de la muerte de su Hijo en la cruz. TLA Col 1:20.
9 Si Dios nos declaró inocentes por medio de la muerte de Cristo, con mayor razón, gracias a Cristo, nos librará del castigo final. 10 Si cuando todavía éramos sus enemigos, Dios hizo las paces con nosotros por medio de la muerte de su Hijo, con mayor razón nos salvará ahora que su Hijo vive, y que nosotros estamos en paz con Dios. 11 Además, Dios nos ha hecho muy felices, pues ahora vivimos en paz con él por medio de nuestro Señor Jesucristo.
TLA Ro 5:9–11.
Cuando en el desarrollo de la vida cristiana, la palabra de Dios no nos gobierna, el crecimiento y madures de ser hijos de Dios no tiene raíces profundas, resulta muy difícil ser cristiano. Vivir en Cristo en su esencia firme es un diario momento de experiencias suaves y ligeras. No es gravosa como muchos la trasmiten. Tener a Dios no es una idea mental, tiene mucho peso y valor y muy superior a todo nuestro alrededor. Ni aun el poder absoluto de las tinieblas y satanás su príncipe puede separarnos. No existe tal cosa. Dios es Soberano, Inmutable entre muchas otras cosas.
El deseo de los ojos, los deseos de la naturaleza humana y la soberbia de la vida poseen ingredientes obscuros y tenebrosos, nada comparables con la pureza de Dios y Su Espíritu. Cuando nuestro corazón y voluntad no experimenten una Revelación directa del Espíritu de Dios de lo que El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo y Sus Escrituras son, considera que veraz a un Dios mediocre y sin valor y un sacrificio en la cruz y un derramamiento de sangre sin sentido. Por verlo de esa manera millones no honran con ánimo voluntario a Jesucristo que fue resucitado de entre los muertos y vive en nuestros corazones. Lo recibimos por fe y Su gracia se manifestó y ahora somos Hijos de Dios por Jesucristo el Dador de la vida. Esa experiencia la da Dios al habitar dentro de nosotros. No es filosofía, ni sabiduría tenebrosa, sino es compañerismo y relación íntima con Dios y que en Jesucristo nos capacita y mantiene más que vencedores.
CREER EN LO INVISIBLE Y VIVO TRANSFORMA TU PRESENTE Y TE HACE DESPERTAR EN UN FUTURO INIGUALABLE, INCOMPARABLE, PODEROSO, INCUESTIONABLE. VIVO Y ETERNO DESDE YA!!!.